miércoles, 22 de octubre de 2008

"There's nothing you can sing that can't be sung"





Después de varios meses teniéndola en mis archivos casi olvidada, hace unos días decidí que ya era hora sentarme en el sillón a verla. Y la verdad, la pereza del principio desapareció en el preciso instante en que comenzaron a cantar "All my loving". Sí, estoy hablando de la película "Across the universe"
Muchos dirán que han destrozado por completo las canciones de los Beatles, pero a mi me puso la carne de gallina en más de una ocasión, además de hacerme sonreír en varias escenas. El contenido es bastante típico; chico se marcha a América, chico conoce chica, se enamoran, guerras, revoluciones, y drogas a finales de los 60.





Tal vez me haya gustado tanto porque crecí con esas canciones. Mi padre es un fan total de los Beatles, y pasábamos horas y horas en el coche viajando de un sitio a otro con esta banda sonora de fondo. Pero ahí no acabó todo: cuando se pasa la época de "escucho lo que todos escuchan" recuperé el cd perdido entre la colección de mi padre, y pasaron de ser la "música del coche de mi padre" a ser mi música, la que llevo en el ipod, la que suena en mi habitación y la que ahora yo llevo en mi coche.





Hace poco leí un artículo que hablaba de ellos, de cómo es posible que con lo que ha cambiado la sociedad y los gustos de la gente, siga sonando en cualquier bar, en las emisoras de radio y en las cabezas de miles de personas 40 años después. Y sobretodo, me doy cuenta de ello cuando mi sobrina de 4 años tararea por la casa el "Yellow submarine" que todos hemos cantado alguna vez...increíble pero cierto.





Y ha sido precisamente esta película culpable de que lleve tres días en el metro con mi querida amiga Andie Anderson con los Beatles sonando canción tras canción, que, aunque luego modifiquemos las canciones a nuestro antojo, no paramos de cantarlas una tras otra.





Supongo que ahí está la magia de estos señores.